Se llama REMINISCENCIA, el simple acto de recordar y celebrar los pequeños momentos que hacen nuestra vida valiosa. No se trata de vivir en el pasado, sino honrar y entender nuestro recorrido y la forma en que cada capítulo nos trajo donde estamos.
Validado cilnicamente, compartir eventos importantes de la vida de manera estructurada y en entornos comunitarios durante 8 semanas o más, ofrece beneficios significativos y medibles.
Mejora el ánimo y la sensación de bienestar
Reduce los síntomas de la depresión, la ansiedad y el sentimiento de soledad promoviendo la salud mental.
Estimula la memoria y la función cognitiva
Recordar mantiene activa las vías neuronales, ejercitando el cerebro y ayudando a mantener la salud cognitiva.
Refuerza la identidad y la autoestima
Revisar los hitos de nuestras vidas nos ayuda a reflexionar sobre quienes somos y reconocer nuestra esencia.
Fortalece las conexiones con nosotros y con los demás
Convirtiendo las historias personales en herencia familiar compartida.
Da coherencia, significado y propósito a nuestras vidas
Reflexionar permite dar cierre y ver nuestras vidas como una narrativa significativa con un comienzo y un fin.
Crea un legado de valores, lecciones e identidad cultural